El ciudadano Cesáreo Vargas Trujillo ha solicitado ante la Presidencia de la República, formalmente, el indulto humanitario en beneficio del sentenciado ex presidente Alberto Fujimori Fujimori, preso por delitos de lesa humanidad.
A pesar de que esta mañana el flamante titular del sector, Juan Jiménez Mayor, había restado consistencia a las versiones que daban cuenta de que ya había sido presentada la solicitud, Vargas Trujillo está detrás de un pedido para que se excarcele a Fujimori Fujimori por motivos de salud.
Aunque algunas versiones periodísticas dieron cuenta de que Vargas también ha pedido el indulto para Antauro Humala, hermano del presidente de la República, lo cierto es que este personaje —que afirma ser presidente del Organismo Nacional de Derechos Humanos en el Perú— más bien tiene vínculos con el decenio fujimorista.
En las cuestionadas elecciones del año 2000, Vargas Trujillo se presentó en medios de comunicación como presidente de la Sociedad Nacional de Informática y asesor de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Validó la exactitud del software con que la ONPE trabajó en los comicios que dieron como ganador a Fujimori para su tercer periodo. En aquel entonces, Vargas retó a los observadores de la OEA a probar la eventualidad de un fraude en los comicios. Fue en esta justa electoral cuando se acuñó la tristemente célebre frase de “papelito manda”, dicha por el ex jefe del órgano electoral, José Portillo Campbell, que fue procesado —aunque absuelto en 2009— por la presunta adulteración de los votos en tal ocasión.
Vargas Trujillo ha presentado ante la Presidencia de la República el pedido a favor de Fujimori esta vez como presidente del Organismo Nacional de Derechos Humanos (fundado el 5 de julio 1999, actualmente sin oficinas).
Vargas confesó que no tiene formación académica alguna, hecho que arroja sospechas sobre la quincena de organismos de diversa índole en los que Vargas figura como gerente o presidente: institutos educativos, de investigación tecnológica, de derechos humanos. Ninguno de ellos, en la práctica, existe. O funciona.
¿A qué se dedica Vargas? Vive en la casa de sus padres, en Comas, actualmente está desempleado. Ello no ha impedido que en más de una oportunidad haya aparecido en el espacio público como experto en seguridad informática pero también como defensor de varias causas. Quiso representar legalmente a la agente policial Diana Carolina Arévalo Sagástegui, que se quiso suicidar luego de que se difundiera la información sobre la presunta violación de la que habría sido víctima a manos del ex presidente Alejandro Toledo Manrique. Durante el desalojo a los comerciantes del mercado de Santa Anita, también abogó por los “derechos humanos”, según él, porque había en el lugar muchos niños que corrían peligro en el desalojo.
“Hoy represento a otra institución hoy actúo por un caso humanitario y no por un partido político. Yo incluso estuve inscrito en el Partido Popular Cristiano de 1992 a 1995”, mencionó.
Sin profesión, sin empleo, técnico amante de la informática (clama haber traído la Internet al Perú) y defensor de causas de derechos humanos: una trayectoria bastante extraña para la persona que quiere que Fujimori abandone la base de Diroes.
Añadió que el pedido del indulto también para Antauro Humala se debe a que este sufre una condición médica que urge ser operada. Pero —explica— no ha solicitado formalmente el ser evacuado: “Creo que es por orgullo”.
Lo cierto es que la trayectoria de este inusual personaje no resta ningún peso a la solicitud hecha a favor de Fujimori, documento que ya se encuentra en los despachos de Palacio, donde debe ser evaluado.
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