La ministra de la Mujer, Ana Jara, asegura que todos somos seres tripartitos (alma, cuerpo y espíritu), pero al escucharla hablar ella parece más bien una suerte de ser binario: trata de ser ministra de Estado, pero le gana su afición de ministracristiana- bíblica que parece estar siempre hablando ante un auditorio de fieles equivocados.
Después de contar cómo así se convirtió en una mujer cristiana desde el hogar, de recordarnos que “Dios nos ha prometido la vida eterna” y de declararse como “una pecadora común y corriente”, Jara respondió algunas preguntas impías referidas a su cargo y se mostró en contra de la distribución gratuita de la píldora del día siguiente por parte del Estado.
En el programa matutino Abre los Ojos, ella citó un fallo del Tribunal Constitucional (TC) de 2009 que prohibió la distribución de la píldora o Anticonceptivo Oral de Emergencia (AOE) aduciendo que existía una duda respecto de su efecto abortivo.
Sin embargo, si bien la AOE dejó de ser distribuida gratuitamente por el Estado desde ese año, se sigue vendiendo en las miles de boticas y farmacias privadas. Por ello, la oposición a su entrega gratuita constituye una discriminación entre las mujeres que desean usarlo pero no pueden pagarlo, y quienes sí.
“No existe la definición de cuándo se inicia la vida, y se estableció que el Estado no debería distribuir ese tipo de anticonceptivos. Soy provida, si existe un método que sea abortivo, debo estar en contra”, indicó Jara.
ABORTO TERAPÉUTICO
Pero si la ministra opinó sin reparos en este tema, que es competencia del sector Salud, cuando se le preguntó por el aborto terapéutico, que no se aplica en el país porque aún no se aprueba el protocolo médico, dijo que le toca al sector dirigido por Alberto Tejada decir “en qué momento se pone en riesgo la vida de la madre para proceder” con esa alternativa.
“Hay que darle la formalidad al protocolo. No me voy a negar a que siga su curso lo que Mocha (Aída García Naranjo) apertura en el ministerio, a buscar que el protocolo vea la luz, pero la competencia (…) está en el sector Salud”, insistió, tras dejar en claro que, por su creencia, siempre rechazará el aborto.
No obstante, hablando del control de la natalidad y de otros métodos anticonceptivos, ella optó más bien por recordar que, según la Biblia, las personas también gozan del libre albedrío. Gracias a Dios.
“Dentro de la doctrina cristiana existe el libre albedrío. (…) La Biblia dice que hay que respetar a las autoridades puestas por Dios, a los magistrados y (…) al Estado de Derecho en que nos toca vivir. Si un Estado de Derecho establece políticas de salud, prevención de la natalidad, como titular del pliego lo respetaré. Ahí separo lo que creo religiosamente; el ideal sería el método natural”, expresó.
En ese sentido, y en contra de lo dicho por el cardenal Juan Luis Cipriani, se mostró a favor del uso del condón, al que consideró un “método (anticonceptivo) muy natural” porque no pone en riesgo la salud de la mujer ni es abortivo.
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