El Gobierno anunció el jueves que las negociaciones con el consorcio que explota el enorme yacimiento de gas natural de Camisea, sobre el uso de los recursos de un lote y el pago de regalías, están suspendidas y solo se reanudarían en tres o cuatro meses.
Las conversaciones buscan corregir distorsiones en el sector, para que las regalías que se obtengan por la exportación del gas de Camisea en ningún caso sean menores a las que se pagan para el mercado interno.
El Perú también busca que el gas del Lote 88, uno de los más grandes del consorcio, sea destinado únicamente al mercado interno, una de las principales promesas de campaña del presidente Ollanta Humala, quien asumió el poder a fines de julio.
Las negociaciones entre el Gobierno y el consorcio, liderado por la empresa argentina Pluspetrol, comenzaron en julio del 2010 durante la gestión del ex presidente Alan García.
“Ha sido aceptada la postergación para inicios del próximo año, probablemente durante el primer trimestre o cuatrimestre del próximo año”, dijo Aurelio Ochoa, jefe de la agencia estatal Perú-Petro, encargada de negociar en nombre del Estado Peruano.
Ochoa afirmó que el consorcio Camisea solicitó la suspensión de las negociaciones para resolver temas pendientes con los bancos internacionales, en los que ha puesto como garantía parte de las reservas del lote 88.
Parte de las reservas de este lote, cerca de 2,5 TCF (billones de pies cúbicos) de los 6,6 TCF existentes, fueron otorgadas como aval a bancos para un proyecto de exportación de gas natural licuado puesto en marcha en junio del año pasado.
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