Premio Nobel Alternativo y ponente del Festival Rototom. Inspirada por personajes como Einstein o Gandhi, física nuclear y filósofa, esta ambientalista india rechaza la energía nuclear por ser contaminante e inventada para matar. Defiende la ecología como parte inseparable de los derechos humanos y sigue creyendo más que nunca en una alternativa al brutal capitalismo basada en el amor y la no-violencia.
Si hay algo que alguien recuerda la primera vez que habla con Vandana Shiva es su sonrisa cautivadora, asombrosamente constante, siempre dispuesta a compartir los pequeños secretos de la felicidad; esos que hacen que este mundo siga mereciendo la pena.
¿Puede la ecología parar las guerras?
¡Sólo la ecología puede parar las guerras! -sonríe-, porque las guerras se hacen por recursos naturales: petróleo, minerales, agua… Y si alguien no respeta la tierra, la naturaleza, tampoco puede respetar los derechos humanos. Todo el mundo tiene derecho a los recursos naturales. La ecología, y sólo la ecología, puede parar las guerras.
¿Existe alternativa al capitalismo?
La mayoría del mundo sobrevive fuera del capitalismo; en mi país, el 95% de la población. Y la mayor parte de la historia de la humanidad no ha tenido capitalismo.
Pero el capitalismo de los países occidentales sí influye en el resto del mundo, para bien o para mal…
En los últimos 50 años la parte mala se ha hecho más grande. En vuestros países, el capitalismo tenía una cara social y ello ha llevado a muchos a desistir en su lucha contra el capitalismo. Y por eso pasa ahora lo que vemos en crisis como la de Grecia, España, Irlanda o Islandia, y estos son sólo unos pocos de los primeros países donde pasará. También está pasando en cierto modo ya en Inglaterra. En nuestro mundo, el capitalismo simplemente entra y te roba la tierra, con su cara más brutal. Ahora, en vuestro mundo la crisis ha hecho que el capitalismo se quite esa careta social y empezáis a vivir el capitalismo brutal.
En Grecia creen que han empezado una revolución que liderarán con España e Italia para cambiar el mundo, aunque aún no saben cómo…
Yo visité la Puerta del Sol en Madrid y veo que el 50% de la población han sido expulsados por el sistema económico, un 49% de desempleo entre los jóvenes; que es como decirles “no tenemos sitio para ti en el sistema”. Hay gente tirada en las calles, hay inteligencia en la calle, y va a buscar un cambio. Es inevitable esa revolución; no puedes excluir del sistema al 50% de la sociedad y esperar que nada ocurra. Y lo que va a ocurrir no dependerá del sistema financiero. La gente tendrá que buscar otras formas de vivir. La gente quiere menos capital, menos recursos y más bienestar. Y sea cual sea el cambio será un cambio ecológico y sostenible. No es ninguna utopía vacía. Es un imperativo ecológico y un imperativo social.
En los 70 usted se abrazaba a los árboles para evitar que los talaran. ¿Debería la gente abrazar árboles más a menudo?
La gente debería abrazar más a menudo todas las cosas valiosas. Los árboles son valiosos, el suelo es valioso, los niños lo son. Y tenemos que declarar con amor: “¡tú no vas a destruir estas cosas valiosas!”.
¿Puede explicarnos por qué ecología y derechos humanos están vinculados?
La ilusión de la filosofía mecanicista y el capitalismo han intentado meter en nuestras mentes que están separados y nos dijeron que no somos parte de la naturaleza. Y lo cierto es que el capitalismo financiero crece en este planeta, pero el bienestar humano no. Las cosas más básicas que necesitamos vienen de la tierra. La energía nuclear es la más cara y peligrosa que pueda existir y aún nos dicen que es limpia y segura. La fast-food está destruyendo nuestros bosques y matando nuestros cuerpos, desconecta nuestro cerebro para que no pensemos y no elijamos; los fertilizantes contaminan nuestras aguas y con los transgénicos estamos contaminando y destrozando la diversidad de miles de especies del planeta para que alguien patente un monocultivo.
¿Qué significa para usted no-violencia? ¿Cree que la Satyagraha de Gandhi (lucha pacífica) es posible hoy en día pese a la violencia de los gobiernos?
El principio de la no-violencia es no dañar ni a la tierra ni a los seres vivientes. Y es algo más pertinente que nunca. En India estamos aplicando la Satyagraha de Gandhi con la defensa de las semillas; y en las calles de India se está practicando no-violencia contra los políticos corruptos. Y sí, los gobiernos son más violentos porque la globalización capitalista exige una acción militar violenta. Y hay gente que muere, pero si tu respuesta es coger una pistola te aseguro que ya habrás perdido, porque los ejércitos capitalistas tienen más armas de las que tu nunca podrás llegar a tener. La no-violencia es más ética, más efectiva y además evita que se criminalice a un movimiento. Desde el miedo no lo puedes hacer, sólo con amor, también es una cuestión de conexiones, conectar… y el momento mágico llega.
¿Es la falta de contacto con la naturaleza la causa de tanto estrés, infelicidad, depresiones…?
Tiene incluso un nombre: Desorden por Déficit de naturaleza. Y se ha comprobado con mucha gente que se pone bien nada más tener contacto con la naturaleza.
¿Cuál es su mayor lección aprendida?
Que no hay una fuerza más potente que el amor. Como ejemplo te puedo decir que estoy aquí con mi hijo. Soy madre soltera y la mayor parte de las cosas buenas que he hecho han sido guiadas por mi amor por él, por mi deseo de que tenga lo mejor en la vida. El amor es mi guía. Yo podría haber sido una persona muy enfadada y descontenta, pero he hecho del amor un enriquecimiento para mi vida.
“La transgenia es a la agricultura lo que la usura a la economía”
La agricultura industrial tiene varias etapas, primero por el control de la producción de semillas y por el sistema de patentes, lo que causa una dependencia total de los campesinos versus los productores. La segunda etapa ocurre con los fertilizantes, que también suponen un control de la producción y una dependencia por parte de los campesinos hacia los fabricantes de estos fertilizantes químicos. Y la tercera, es por medio de los pesticidas. De esta manera se acaba con las alternativas. El último paso de la industria alimentaria se ha dado con los alimentos transgénicos. El precio de estas semillas es altísimo y, en un primer momento, muchos campesinos en India, por ejemplo, se lanzaron a cultivarlas. Para poder comprarlas, pensando que eran semillas mágicas que no necesitarían de insecticidas, pues se decía que eran inmunes a plagas o insectos, tiraron la casa por la ventana. Lo que no sabían los campesinos es que eran semillas que producían, a su vez, semillas no aprovechables. Esta situación ha destruido a millares de pequeños productores, ha provocado el suicidio de muchos campesinos y está destruyendo el tejido social campesino en India.
¿Por qué las pequeñas granjas familiares son más productivas que los monocultivos industriales?
Son más productivas si miramos la producción desde un aspecto amplio y cualitativo, desde la eficiencia energética… Por eso soy una defensora de la agricultura orgánica. En la agricultura orgánica, un productor consumirá menos energía para producir productos que, además, tendrán una mayor calidad. Utilizará semillas que él mismo produce, no usará fertilizantes o pesticidas que dañan el medio ambiente. La producción tendrá lugar en un ciclo natural, respetando el medio ambiente, es decir conservándolo. El sistema industrial de producción agrícola es rentabilista, favorece el monocultivo que produce grandes cantidades pero que necesita una inversión de energía mucho mayor, una energía que lamentablemente no se contabiliza dentro del sistema de producción, como puede ser la compra de semillas, fertilizantes, pesticidas, gasto energético en maquinaria, irrigación, etc.
Los transgénicos en India han llevado a muchas personas al suicidio… ¿Los transgénicos son a la agricultura lo que la usura a la economía?
Todo forma parte de un mismo sistema y no hay duda de que los transgénicos son la usura de la agroalimentación industrial y lo que la energía nuclear es a la producción de energía. Millares de campesinos se han suicidado angustiados por las deudas contraídas debido a la compra de semillas “milagrosas” que les fueron vendidas a precios muy elevados. En estos tres casos –transgénicos, banca y energía nuclear- lo que se percibe es que hay una ausencia de responsabilidad y es la sociedad la que paga los platos rotos con consecuencias alarmantes.
Vandana Shiva es científica, filósofa y escritora India. En 1982 creó la Fundación para la Investigación Científica, Tecnológica y Ecológica, la cual cuenta entre sus iniciativas el impulso y difusión de la agricultura ecológica, el estudio y mantenimiento de la biodiversidad y fomentar el compromiso de las mujeres con el movimiento ecologista. Recibió el Premio Nobel Alternativo en 1993.
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