Por Jorge Pereyra
Cajamarca
Nuestro pueblo había dado un gran ejemplo ante el país y el mundo de protestar PACÍFICAMENTE en la defensa de sus derechos a la vida y el agua. No hubo ni un solo muerto en estos 10 días de protestas masivas en el marco de nuestro Paro Regional. Sin embargo, algunos traidores cajamarquinos solicitaron hace unos días en televisoras y radios de la capital que se imponga el Estado de Emergencia en nuestra ciudad.
Cajamarca
Nuestro pueblo había dado un gran ejemplo ante el país y el mundo de protestar PACÍFICAMENTE en la defensa de sus derechos a la vida y el agua. No hubo ni un solo muerto en estos 10 días de protestas masivas en el marco de nuestro Paro Regional. Sin embargo, algunos traidores cajamarquinos solicitaron hace unos días en televisoras y radios de la capital que se imponga el Estado de Emergencia en nuestra ciudad.
Y el primer ministro Salomón Lerner no vino a dialogar, vino a imponer el levantamiento del Paro sin dar nada a cambio. Presionó a nuestro Presidente Regional Gregorio Santos Guerrero a que levante el Paro o de lo contrario imponía el Estado de Emergencia. Goyo le contestó que la autoridad no se impone sino que se gana ante el pueblo. Y tampoco nadie puede negociar con una pistola en la cabeza.
Hacemos responsable a este gobierno ante el mundo, y ante todas las organizaciones de Derechos Humanos, si algo le pasa a algún cajamarquino de la ciudad o del campo.
Ollanta Humala nos animó cuando era candidato a luchar y a defender nuestra agua ante la desmedida ambición de los mineros por el oro. Y ahora que es gobierno nos impone un Estado de Emergencia precisamente por hacer lo que él nos solicitó.
Este domingo, en la mañana, las tropas desfilaron y no era 28 de Julio. Parecía el desfile de las tropas alemanas ingresando victoriosas en la ciudad de Paris. Los militares peruanos han ganado más batallas contra su propio pueblo que ante ejércitos extranjeros.
¡Qué verguenza, qué indignación!
Esta vez se vuelve a repetir trágicamente nuestra historia... Ya no es Atahualpa, pues ahora todo el pueblo de Cajamarca ha sido secuestrado por militares peruanos y el precio de ese rescate es nuevamente el maldito oro que corrompe conciencias y principios...
¡Miserables!... Algún día el implacable juicio de la historia les pedirá cuentas y les escupirá sus caras...
CAJAMARCA SIEMPRE DE PIE... NUNCA DE RODILLAS...
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