El escritor uruguayo Fernando
Butazzoni, ex combatiente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)
de Nicaragua, publicó una carta dirigida al presidente Daniel Ortega, para
respaldar al poeta de 92 años Ernesto Cardenal, ante el acoso y hostigamiento
que está recibiendo de parte de su gobierno.
A
continuación la carta íntegra que está siendo apoyada por intelectuales y
escritores de todo el mundo…
Carta
abierta a Daniel Ortega, presidente de Nicaragua
Montevideo,
12 de febrero de 2017.
Daniel:
¿Te acordás cuando me dijiste, allá en El Chipote, que admirabas a Ernesto
Cardenal y que él era una gloria de Nicaragua? En aquel momento todos estábamos
felices porque El Chipote, en el mismo corazón de Managua, ya no era un lugar
siniestro. Estaba por fin lleno de luz, de muchachos y muchachas que no tenían
miedo. Hasta las aguas de la laguna de Tiscapa parecían menos oscuras.
Eso
fue por agosto o septiembre de 1979, cuando la revolución recién empezaba.
Aquella tarde viniste al campamento con Javier Pichardo, el Emilio del Frente
Sur, y con otros compañeros comandantes. También estaba el flaco Alejandro, y
estaba la China a mi lado, un poco asustada, y estaba el Braulio, que después
fue embajador, y la hermana de Marisol que parecía una niña disfrazada de
soldado. ¿Te acordás?
Luego
resultó que tu admiración por el poeta Ernesto Cardenal se convirtió en odio y
persecución. Y ahora, casi cuarenta años después, vos y tu mujer siguen
ensañados con él, y con trapisondas legales lo quieren humillar sacándole los
pocos reales que pueda tener, confiscándole la casa donde vive y dejándolo en
la calle. Por cierto que él es un opositor a tu gobierno, pero la revolución
sandinista se hizo también para eso: para que los opositores no tuvieran que
andar escondidos, para que no los persiguieran ni los torturaran allí, justo
allí, en El Chipote donde vos habías estado preso. Vos dijiste que la
revolución se hizo para la libertad. ¿Qué pasó, Daniel? ¿Te olvidaste de todo
aquello?
En
1979 vos y yo éramos jóvenes. El flaco Alejandro, la China y el Braulio
también. Pero Cardenal ya era un cincuentón de barba blanca, un cura flaquito y
siempre tímido. Él ya era un patrimonio nacional. Por eso lo nombraste ministro
de Cultura, porque su prestigio engalanaba tu gobierno.
Hoy
él es un anciano de 92 años, y es un patrimonio del idioma y de toda América
Latina. Tiene mucho más prestigio ahora que en 1979. A vos, Daniel, no te pasa
lo mismo, aunque tenés mucho más poder y mucha más plata que en aquel entonces.
Él es un cura decente, pobre y revolucionario, admirado en todo el mundo. Vos
sos apenas un reyezuelo atrapado en su palacio, dizque casi un príncipe
consorte.
Todos
sabemos que bastaría un gesto emanado de tu corte para que cesen los acosos y
el encarnizamiento contra Ernesto Cardenal. Somos miles los escritores y
artistas que, en todo el mundo, te exigimos desde hace años que dejes en paz al
poeta. Muchos piensan que reclamártelo una vez más es un gesto inútil. En todo
caso es un gesto de dignidad que bien merece el pueblo de Nicaragua. Te pido
que lo consideres.
Sé
que una carta abierta es un método de comunicación bastante reprobable. Pero en
este caso es la única manera de intentarlo, ya que tu embajador en Montevideo,
el hijo de Licio Gelli, no me merece ninguna confianza, y allá en tu palacio me
tienen prohibida la entrada.
Fernando
Butazzoni. Ex combatiente del FSLN, ex oficial del Ejército Popular Sandinista.
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