
Los tíos de la excandidata
presidencial Keiko Fujimori Higuchi, Rosa y Juana Fujimori, y el esposo de la
primera, Víctor Aritomi, se encuentran en condición de prófugos de la justicia,
confirmaron fuentes de la Procuraduría Anticorrupción y del Poder Judicial.
Ángel Páez
La
Segunda Sala Penal Liquidadora mantiene en reserva el juicio que se les sigue
por el delito de enriquecimiento ilícito, debido a que se les atribuye haberse
apropiado y desviado para fines particulares fondos donados por empresas y
ciudadanos japoneses destinados a los niños pobres del Perú.
Por
este caso el único procesado y condenado ha sido el exsecretario del
expresidente Alberto Fujimori, José Kamiya Teruya, a quien se le dictó
sentencia de cuatro años de prisión suspendida y el abono de 400 mil soles por
reparación civil.
Se
acusó a Kamiya de haber contribuido al desvío de las donaciones japonesas que
se destinaron a la organización no gubernamental de la familia Fujimori,
Apenkai.
En
la sentencia de la Segunda Sala Penal Liquidadora se indica que el
exmandatario Fujimori diseñó un esquema
ilegal con miembros de sus familia para quedarse con las donaciones niponas.
"El
expresidente Fujimori había montado una organización criminal orientada a
apropiarse de la mayor parte de estas donaciones provenientes de Japón, que
para tal efecto contó con la ayuda y cooperación de sus familiares Juana Fujimori y Rosa Fujimori (…), y
personas de su entorno, entre las cuales se encontraba José Kamiya",
indica el documento, que también menciona a Víctor Aritomi, esposo de Rosa,
embajador en Japón desde 1990 hasta el año 2000, y quien abrió cuentas en el
Bank of Tokyo para ocultar los fondos.
La
orden de ubicación y captura de Rosa y Juana Fujimori, y de Víctor Aritomi,
está vigente, y cuando sean puestos a disposición de la justicia, se les
iniciará el proceso que está pendiente contra ellos, señalaron las fuentes
judiciales y de la Procuraduría Anticorrupción.
Rosa
Fujimori huyó del Perú el 24 de octubre de 2000. El 11 de noviembre, Juana
Fujimori. El 13 de noviembre del mismo año, Alberto Fujimori y su cuñado Víctor
Aritomi abandonaron el país con destino a Brunei y luego hacia Tokio, donde el
ex embajador permanece hasta la actualidad.
En
el caso también está involucrada Myriam Aritomi Fujimori.
Según
el expediente judicial N° 053-2011, las autoridades sospechan que los 250 mil
722 dólares que se encontraron en cuentas de Víctor Aritomi, los 651 mil 474 de
Rosa Fujimori y los 993 mil 519 a nombre de su hija Myriam Aritomi provienen de
las donaciones japonesas.
Pedro
Fujimori también estaba enjuiciado por el mismo caso, pero falleció.
Víctor
Aritomi, un exfuncionario del Bank of Tokyo, era el que adminitsraba las
cuentas de las familias. Gracias a sus contactos en la banca japonesa, pudo
ocultar los ingresos ilícitos de los Fujimori.
Desde
que se encuentra en condición de prófugos Rosa y Juana Fujimori, y Víctor
Aritomi, los gobiernos de Alan García, Ollanta Humala, y en lo que va de Pedro
Pablo Kuczynski, no han ofrecido recompensas por la ubicación y captura de
estas personas a pesar de las notables pruebas en contra de estas.
Por
supuesto, otro de los allegados íntimos a las finanzas de la familia Fujimori,
Augusto Miyagusuku Miagui, también es buscado por la justicia peruana peruano
pero ningún gobierno ha ofrecido recompensa a cambio de información sobre su paradero.
Miyagusuku
actuó como “cajero” de la familia Fujimori en su condición de presidente del
directorio de la compañía de seguros Popular y Porvenir que tenía el monopolio
de entidades del Estado, desde el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) hasta
las Fuerzas Armadas.
Augusto
Miyagusuku está relacionado con las cuentas que la familia Fujimori ocultaba en
el NBK Bank, corresponsal del Bank of Tokyo, donde Rosa Fujimori y Víctor
Fujimori manipulaban cuentas para ocultar los fondos robados a las donaciones
japonesas.
Otros
notorios prófugos del régimen fujimorista son los traficantes de armas Moshe
Rothschild y Enrique Benavides Morales, muy vinculados con Rosa y Juana
Fujimori, a quienes suministraban donaciones de dinero para el financiamiento
de las campañas electorales de Alberto Fujimori, como ha quedado acreditado
judicialmente. Rothschild se oculta en Israel y Benavides en Alemania.
Ningún
gobierno después del régimen de Fujimori ha ofrecido recompensa por la
ubicación de estos empresarios corruptos que obtenían millonarios
contrataciones de compra de armamento por parte de los institutos militares a
cambio de pago de sobornos a Vladimiro Montesinos y la cúpula castrense, como
ha reconocido el propio ex jefe de Estado.
Rothschild
y Benavides fueron parte del esquema de la venta con sobreprecio de aviones de
combate MiG-29 y Sukhoi-25 adquiridos a Bielorrusia a precio sobrevalorado “y
que solo servían para lucir en los desfiles militares”, como graficó el
periódico “The New York Times”.
El
expiloto favorito de Alberto Fujimori, el general EP (r) Edmundo Silva Tejada,
ex jefe de la Aviación del Ejército, también se encuentra en condición de
prófugo de la justicia por dos casos de corrupción: la reparación de motores de
helicópteros que asignó a una empresa en Ucrania, cuyos propietarios eran
miembros de su familia, y el alquiler a las Naciones Unidas a precio
sobrevalorado de dos helicópteros Mi-26T. Cuando se inició el procesamiento,
escapó del Perú.
Los
publicistas que hicieron las campañas electorales de Fujimori, Esteban Winitzky
y Saúl Mánkevich, y el exdirector de la revista “Sí” comprada por el SIN,
Marcelo Gullo, se encuentran entre los prófugo por los que ningún gobierno ha
ofrecido recompensa.
Si
se lanza una recompensa, que sea para todos. Todos los prófugos son iguales.
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