jueves, 2 de febrero de 2017

Contraloría advirtió que contrato de Chinchero era un riesgo


Pasada por alto. En dos informes del 2014 y del 2016 –el segundo durante el gobierno de Kuczynski–, el organismo fiscalizador alertó que no se fijaba la fecha tope en la que el Consorcio Kuntur Wasi tenía la obligación de conseguir el financiamiento para iniciar las obras del aeropuerto, lo que dejaba en el limbo la ejecución del terminal aeroportuario.

Escribe: Ángel Páez

En dos informes que suscribió la Contraloría General de la República antes y después de la firma del contrato entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y el Consorcio Kuntur Wasi por la adjudicación del aeropuerto de Chinchero, advirtió que los intereses del Estado estaban en riesgo si es que no se introducían mejoras sustanciales.

Las recomendaciones que hizo la Contraloría antes que el 4 de julio del 2014 los representantes del MTC y del Consorcio Kuntur Wasi estamparan sus rúbricas, no fueron tomadas en cuenta por el gobierno de Ollanta Humala, indicaron fuentes del organismo fiscalizador, así como del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Uno de los cuestionamientos centrales del primer informe de la Contraloría respecto al contenido del contrato fue que el MTC no fijó una fecha de cierre financiero para que el consorcio privado obtuviera los 290 millones de dólares necesarios para dar comienzo a las obras del aeropuerto internacional de Chinchero. Al no contar con un tope, el proyecto de obra pública quedaba en el limbo al no tener la empresa privada una obligación contractual para arrancar con los trabajos en una fecha fija.

Proinversión, el organismo que organizó la licitación, al ser preguntado por la Contraloría sobre la ausencia de la fecha de cierre financiero, contestó que no lo exigió porque confiaba en la palabra del Consorcio Kuntur Wasi.

"(Proinversión) respondió que no se ha considerado necesario establecer una fecha para la presentación del Cierre Financiero, ya que el Concesionario tiene el incentivo de acreditar el Cierre Financiero cuanto antes, a fin de cumplir con todas las condiciones previas al inicio de las obras e iniciar la etapa de Ejecución de Obras lo antes posible a fin de tener mayor plazo para la explotación de la concesión", señaló la Contraloría en su informe.

Sin plazo fijo

Sin embargo, a la Contraloría le pareció que no era suficiente la promesa de la empresa privada y exigió a Proinversión que fijara la fecha de cierre financiero.

"Resulta necesario que Proinversión antes de la adjudicación de la buena pro evalúe pues la pertinencia de considerar un plazo definido para que el concesionario presente el Cierre Financiero", demandó la Contraloría.

Según fuentes del MEF, Proinversión no cumplió y se firmó el contrato sin señalarse el tope del cierre financiero.

El 11 de octubre del 2016, la Contraloría emitió una Hoja Informativa que contenía la evaluación del contrato suscrito entre el MTC y el Consorcio Kuntur Wasi. Los auditores se dieron con la sorpresa de que se había incumplido con lo que había recomendado en su reporte del 2014.

Debido a este problema, el contrato podría quedar sin efecto porque no se había definido –dos años después de la suscripción de la concesión a favor de Kuntur Wasi– la fecha del cierre financiero.

"El inicio de la etapa de ejecución de obras del nuevo aeropuerto internacional de Chinchero está condicionado al cierre financiero, el cual a su vez se encuentra directamente vinculado con la autorización del Endeudamiento Garantizado Permitido a cargo del Concedente (Ministerio de Transportes y Comunicaciones) y que a la fecha se encuentra pendiente debido a que no existe un consenso entre el Concedente (MTC) y el Concesionario (Kuntur Wasi) respecto a la metodología de cálculo de cofinanciamiento", indicó la Contraloría.

"De no autorizarse el Endeudamiento Garantizado Permitido, no habría cierre financiero y por tanto existe un riesgo potencial de que se produzca la caducidad de la referida concesión", alertaron los auditores.

Por contrato el Consorcio Kuntur Wasi estaba comprometido a invertir 265 millones de dólares para dar comienzo a las obras, y consiguió el financiamiento, pero a una tasa de interés 21 por ciento por 20 años, que fue considerado por las autoridades demasiado elevado, puesto que en el mercado internacional la tasa fluctúa entre el 7 y 8 por ciento. Al final, los 265 millones más los intereses superarían los 800 millones de dólares, un costo que al Ejecutivo le pareció inaceptable para afrontar.

A último momento

De acuerdo con las fuentes del MEF, frente a la inexistencia de una fecha tope de cierre financiero, y el costosísimo financiamiento que había obtenido el consorcio privado, el Ejecutivo resolvió asumir los 265 millones de dólares para gatillar el proyecto.

De no haber recurrido a esta fórmula –que está contemplada en la adenda al contrato que el gobierno de Kuczynski tiene previsto suscribir con Kuntur Wasi–, el proyecto se suspendería indefinidamente y la empresa privada podría haber demandado por daños y perjuicios al Estado ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI). La medida la tomó el Ejecutivo porque no existía la fecha de cierre financiero.

Para las fuentes del MEF, la adenda al contrato original no altera el modelo de Asociación Público Privada (APP), en que se entregó la concesión a Kuntur Wasi. Alegan que el diseño, la construcción, la operación y el mantenimiento siguen en manos de la empresa privada, solo que con la adenda el financiamiento de inicio de obras estará a cargo del Estado.

En todo caso, la polémica que se ha desatado alrededor de la decisión del gobierno de Kuczynski de suscribir una adenda para destrabar el proyecto del aeropuerto de Chinchero ha despertado la atención de la Contraloría. El organismo fiscalizador ha anunciado que evaluará las modificaciones a las condiciones financieras del contrato de concesión. Sería mucho mejor si se hiciera antes de la firma de la adenda.

En punto

Chau. La ex presidenta de Ositrán Patricia Benavente renunció porque se opuso a la adenda al contrato con Kuntur Wasi.

Sustento. Buena parte de la argumentación de Benavente coincide con los informes del 2014 y 2016 de la Contraloría.


Beneficio. Benavente señaló en el sustento de su voto en contra de la adenda que esta favorecía al Consorcio Kuntur Wasi en desmedro de los recursos públicos al convertirse el Estado en el financista de los 265 millones de dólares que debió poner la empresa privada.

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