Pasada por alto. En dos
informes del 2014 y del 2016 –el segundo durante el gobierno de Kuczynski–, el
organismo fiscalizador alertó que no se fijaba la fecha tope en la que el Consorcio
Kuntur Wasi tenía la obligación de conseguir el financiamiento para iniciar las
obras del aeropuerto, lo que dejaba en el limbo la ejecución del terminal
aeroportuario.
En
dos informes que suscribió la Contraloría General de la República antes y
después de la firma del contrato entre el Ministerio de Transportes y
Comunicaciones (MTC) y el Consorcio Kuntur Wasi por la adjudicación del
aeropuerto de Chinchero, advirtió que los intereses del Estado estaban en riesgo
si es que no se introducían mejoras sustanciales.
Las recomendaciones que hizo la Contraloría antes que el 4 de julio del 2014 los representantes del MTC y del Consorcio Kuntur Wasi estamparan sus rúbricas, no fueron tomadas en cuenta por el gobierno de Ollanta Humala, indicaron fuentes del organismo fiscalizador, así como del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Las recomendaciones que hizo la Contraloría antes que el 4 de julio del 2014 los representantes del MTC y del Consorcio Kuntur Wasi estamparan sus rúbricas, no fueron tomadas en cuenta por el gobierno de Ollanta Humala, indicaron fuentes del organismo fiscalizador, así como del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Uno
de los cuestionamientos centrales del primer informe de la Contraloría respecto
al contenido del contrato fue que el MTC no fijó una fecha de cierre financiero
para que el consorcio privado obtuviera los 290 millones de dólares necesarios
para dar comienzo a las obras del aeropuerto internacional de Chinchero. Al no
contar con un tope, el proyecto de obra pública quedaba en el limbo al no tener
la empresa privada una obligación contractual para arrancar con los trabajos en
una fecha fija.
Proinversión,
el organismo que organizó la licitación, al ser preguntado por la Contraloría
sobre la ausencia de la fecha de cierre financiero, contestó que no lo exigió
porque confiaba en la palabra del Consorcio Kuntur Wasi.
"(Proinversión)
respondió que no se ha considerado necesario establecer una fecha para la
presentación del Cierre Financiero, ya que el Concesionario tiene el incentivo
de acreditar el Cierre Financiero cuanto antes, a fin de cumplir con todas las
condiciones previas al inicio de las obras e iniciar la etapa de Ejecución de
Obras lo antes posible a fin de tener mayor plazo para la explotación de la
concesión", señaló la Contraloría en su informe.
Sin plazo fijo
Sin
embargo, a la Contraloría le pareció que no era suficiente la promesa de la
empresa privada y exigió a Proinversión que fijara la fecha de cierre
financiero.
"Resulta
necesario que Proinversión antes de la adjudicación de la buena pro evalúe pues
la pertinencia de considerar un plazo definido para que el concesionario
presente el Cierre Financiero", demandó la Contraloría.
Según
fuentes del MEF, Proinversión no cumplió y se firmó el contrato sin señalarse
el tope del cierre financiero.
El
11 de octubre del 2016, la Contraloría emitió una Hoja Informativa que contenía
la evaluación del contrato suscrito entre el MTC y el Consorcio Kuntur Wasi.
Los auditores se dieron con la sorpresa de que se había incumplido con lo que
había recomendado en su reporte del 2014.
Debido
a este problema, el contrato podría quedar sin efecto porque no se había
definido –dos años después de la suscripción de la concesión a favor de Kuntur
Wasi– la fecha del cierre financiero.
"El
inicio de la etapa de ejecución de obras del nuevo aeropuerto internacional de
Chinchero está condicionado al cierre financiero, el cual a su vez se encuentra
directamente vinculado con la autorización del Endeudamiento Garantizado
Permitido a cargo del Concedente (Ministerio de Transportes y Comunicaciones) y
que a la fecha se encuentra pendiente debido a que no existe un consenso entre
el Concedente (MTC) y el Concesionario (Kuntur Wasi) respecto a la metodología
de cálculo de cofinanciamiento", indicó la Contraloría.
"De
no autorizarse el Endeudamiento Garantizado Permitido, no habría cierre
financiero y por tanto existe un riesgo potencial de que se produzca la
caducidad de la referida concesión", alertaron los auditores.
Por
contrato el Consorcio Kuntur Wasi estaba comprometido a invertir 265 millones
de dólares para dar comienzo a las obras, y consiguió el financiamiento, pero a
una tasa de interés 21 por ciento por 20 años, que fue considerado por las
autoridades demasiado elevado, puesto que en el mercado internacional la tasa
fluctúa entre el 7 y 8 por ciento. Al final, los 265 millones más los intereses
superarían los 800 millones de dólares, un costo que al Ejecutivo le pareció
inaceptable para afrontar.
A último momento
De
acuerdo con las fuentes del MEF, frente a la inexistencia de una fecha tope de
cierre financiero, y el costosísimo financiamiento que había obtenido el
consorcio privado, el Ejecutivo resolvió asumir los 265 millones de dólares
para gatillar el proyecto.
De
no haber recurrido a esta fórmula –que está contemplada en la adenda al
contrato que el gobierno de Kuczynski tiene previsto suscribir con Kuntur Wasi–,
el proyecto se suspendería indefinidamente y la empresa privada podría haber
demandado por daños y perjuicios al Estado ante el Centro Internacional de
Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI). La medida la tomó el
Ejecutivo porque no existía la fecha de cierre financiero.
Para
las fuentes del MEF, la adenda al contrato original no altera el modelo de
Asociación Público Privada (APP), en que se entregó la concesión a Kuntur Wasi.
Alegan que el diseño, la construcción, la operación y el mantenimiento siguen
en manos de la empresa privada, solo que con la adenda el financiamiento de
inicio de obras estará a cargo del Estado.
En
todo caso, la polémica que se ha desatado alrededor de la decisión del gobierno
de Kuczynski de suscribir una adenda para destrabar el proyecto del aeropuerto
de Chinchero ha despertado la atención de la Contraloría. El organismo
fiscalizador ha anunciado que evaluará las modificaciones a las condiciones
financieras del contrato de concesión. Sería mucho mejor si se hiciera antes de
la firma de la adenda.
En punto
Chau.
La ex presidenta de Ositrán Patricia Benavente renunció porque se opuso a la
adenda al contrato con Kuntur Wasi.
Sustento.
Buena parte de la argumentación de Benavente coincide con los informes del 2014
y 2016 de la Contraloría.
Beneficio.
Benavente señaló en el sustento de su voto en contra de la adenda que esta
favorecía al Consorcio Kuntur Wasi en desmedro de los recursos públicos al
convertirse el Estado en el financista de los 265 millones de dólares que debió
poner la empresa privada.
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