Investigado José Carranza
habría registrado otro hecho escandaloso entre el 2002 y 2003 en el colegio
Gran Unidad Escolar. En sus declaraciones, cura niega acusación y sostiene que
sólo le dio dos palmadas en el hombro a denunciante.
Claudia Beltrán Apaza
La
acusación de tocamientos indebidos que implica al sacerdote José Santos
Carranza Chavesta en perjuicio de un escolar de 12 años abre una caja de
Pandora cuyo contenido no deja bien parado al párroco.
La
investigación por el delito de actos contra el pudor iniciada por la fiscal de
Mariano Melgar, Katherine Salazar - Calderón, ha conducido a docentes y
cesantes a su despacho, quienes narraron un episodio escandaloso protagonizado
por Carranza.
De acuerdo a la declaración de la profesora J.G.B., quien laboró con el cura en el colegio Gran Unidad Escolar Mariano Melgar, los hechos se registraron entre los años 2002 y 2003, cuando el sacerdote castigó a cinco estudiantes varones de primero de secundaria.
De acuerdo a la declaración de la profesora J.G.B., quien laboró con el cura en el colegio Gran Unidad Escolar Mariano Melgar, los hechos se registraron entre los años 2002 y 2003, cuando el sacerdote castigó a cinco estudiantes varones de primero de secundaria.
Los
muchachos fueron encerrados en el baño. Allí dentro -contaría luego un
estudiante que observó la escena por casualidad- el cura habría tocado los
genitales de los menores.
Entonces
el escándalo estalló. Las madres de los menores iniciaron una protesta. La
profesora redactó un documento que fue presentado ante el Arzobispado de
Arequipa.
En
aquel entonces, autoridades eclesiásticas y educativas dispusieron la
suspensión temporal de Carranza en sus labores como docente.
La
declaración de la docente, que narró los hechos registrados hace 14 años, fue
introducida por la fiscal Salazar - Calderón para sustentar su pedido de
apelación.
Fuentes
de la Fiscalía señalaron que Salazar - Calderón buscó la documentación que
corrobore la versión de la docente J.G.B., sin embargo, con la construcción de
la nueva infraestructura de la Gran Unidad Escolar esta se perdió.
De
igual modo, han desaparecido los registros de la protesta presentada ante el
Arzobispado.
Según
se conoció en el Ministerio Público, la Fiscalía ha dado con el paradero de dos
de los agraviados de aquel año, quienes están dispuestos a declarar los hechos
ocurridos.
Esta
historia, olvidada por el paso de los años, explica en su pedido de apelación
la fiscal Katherine Salazar - Calderón, no sirve como antecedente contra el
investigado, pero sí demostraría "la reiteración de la conducta por parte
del profesor y sacerdote".
DEFENSA
Según
se conoció, en sus declaraciones ante la Fiscalía, José Santos Carranza (61),
quien es natural de Chiclayo, reconoció que estuvo con el muchacho el 09 de
noviembre del año pasado (día del incidente).
Incluso
acepta que castigó al menor por no prestar atención en su clase. Pero señala
que sólo le dio dos palmadas en el hombro y no que le apretó dos veces las nalgas.
En
su requerimiento de prisión preventiva, la Fiscalía sostiene que "las
nalgas de una persona resultan ser una zona sexual, por lo que dicho tocamiento
que recayó sobre el cuerpo -altura de la región anal- del menor tendría
significado sexual y fue para satisfacer el placer erótico del profesor y
sacerdote".
Al
momento, a pesar que ya fue citado para ser sometido a la pericia psicológica,
el cura no asistió a la diligencia.
Quien
sí acudió fue el menor. Los resultados -trascendió- evidencian la conmoción que
le ha provocado el acto.
De
las diligencias realizadas por la Fiscalía también se conoce que no existe
ningún mal antecedente entre alumno y docente, o animadversión de parte de la
familia de la presunta víctima.
Hasta
el cierre de nuestra edición, Carranza seguía libre. La orden de captura en su
contra no era girada por el Juzgado de Investigación Preparatoria de Mariano
Melgar.
Fuente: Diario La República
No hay comentarios:
Publicar un comentario