Gobierno Piloto

La gran noticia es la derrota del fujimorismo, que parece cerrar un ciclo político en el Perú. No que el fujimorimo deje de tener presencia e influencia (segunda bancada, 20% de votos duros a nivel nacional), pero como una opción de gobierno real, parece que se agotó.

La otra gran noticia es que, a su modo seguramente no reconocible para los antiguos progresistas, el país tiene su primer gobierno de izquierda o centro izquierda. Un gran reto para el presidente es cambiar de chip, dejar de ser el candidato y organizar seriamente un gobierno de cinco años. Para ello debe hilar fino y con paciencia, sabiendo que tiene por delante un gran reto de gobernabilidad.

Por ello los tiempos son cruciales, pero no los tiempos cortísimos que le quieren imponer los adversarios, sino los tiempos razonables que le permitan escapar de las trampas de la coyuntura, de las sobre expectativas de sus votantes (que algunos siguen en calidad de “movilizados”), las presiones del empresariado y los medios de comunicación, e incluso los más corrientes del entorno que quiere ganar posiciones y conseguir un lugar en la nueva administración.

Tiempo para diseñar estratégicamente y negociar limpiamente las alianzas que le permitan un gobierno estable y con iniciativa. Para salir del país, tomar aire y relacionarse con los actores internacionales. Tiempo para no quemarse ni quemar a un gabinete potencial, evitando la trampa de algunos, que quisiera un trabajo de gobierno “piloto” antes de que asuma el 28 de julio.