En algún lugar de la Cordillera
del Cóndor
A mis hermanos Shuar, a los
indígenas Amazónicos y de los Andes, a los hombres y mujeres del Ecuador y del
Mundo.
Cómo muchos de ustedes conocen,
hemos pasado por días muy peligrosos para nuestro pueblo y esos días aún no han
terminado y son probablemente solo el inicio de una gran disputa territorial
que ha generado el Gobierno Nacional contra el Pueblo Shuar Arutam.
Nuestra selva se ha teñido con
lágrimas, angustia y sangre y los senderos y caminos que antes transitábamos en
paz ahora se han vuelto inseguros y peligrosos. Han pasado casi 30 años cuando
los ecuatorianos hablaron de nosotros como los guerreros del Cenepa, defensores
del Ecuador, al cual pertenecemos. Pero ahora es necesario que por nuestra
propia voz conozcan quienes somos nosotros, porque nadie nos ha preguntado sino
que han hablado a nombre nuestro: el gobierno, dirigentes sociales y políticos
mal o bien intencionados.
Nosotros nacimos aquí en esta
inmensa selva de la Cordillera del Cóndor y las riberas de los río Zamora y el
Santiago. No conocimos de alambre de púas ni de propiedad privada. El Estado
declaró que eran tierras baldías y organizó la colonización de nuestras
tierras, con la misma decisión y autolegitimidad de cualquier colonizador.
Cuando los colonos llegaron a esta tierra, les recibimos bien, porque sabíamos
que eran gente pobre y esforzada que buscaba una oportunidad en sus vidas.
De un día a otro, grandes
extensiones de tierras ya no nos pertenecían ya que habían sido “escrituradas”
a nombre de personas que inclusive jamás conocimos. Desde los años 60, tuvimos
que crear la Federación Interprovincial de Centros Shuar (FICSH) que le decimos
hasta ahora “Nuestra Madre” para que el Estado nos reconozca lo que siempre fue
nuestro, el territorio, nuestros espacios de vida y nuestra cultura. Recién en
los años ochentase empezó a legalizar nuestras tierras como títulos globales y
empezamos a ser reconocidos no solo por la guerra del Cenepa, sino porque hemos
cuidado estos inmensos bosques milenarios en paz, protegiendo las fronteras.
En el año 2000, un grupo de
líderes shuar recorrió estas tierras y fundó la “Circunscripción Territorial
Shuar Arutam”, como ordena la Constitución. Esto no fue así no más, fueron
cientos de reuniones y discusiones que permitieron que 6 asociaciones se
unieran con sus 48 centros (comunidades) abarcando un territorio continuo de
230.000 hectáreas en la Provincia de Morona Santiago en la frontera con Perú.
La FICSH nos declaró su plan
piloto, para probar una nueva forma de gobierno indígena dentro del Estado
ecuatoriano, como un gobierno de régimen especial en un territorio Shuar. En el
año 2003 escribimos nuestro Plan de Vida que es el eje de nuestra organización,
es el norte que nos dice por donde debemos caminar, porque ríos debemos navegar
y por donde no debemos andar husmeando. En nuestro Plan de Vida se tratan temas
fundamentales como la salud, la educación, el buen manejo y control del bosque
y sus recursos, la economía y la conservación.
Como no lo hace casi ningún
grupo del país, ordenamos todo nuestro territorio en categorías de uso
sustentable y dejamos más de 120.000 hectáreas bajo conservación estricta, de
beneficio para todos los ecuatorianos.
En el año 2006 fuimos
legalizados en el CODENPE como “Pueblo Shuar Arutam” y dos años más tarde
firmamos un convenio con el Gobierno para mantener el bosque en perfecto estado
durante 20 años y recibir aportes que nos permitan desarrollar e implementar
nuestro Plan de Vida, esto se llamó Socio Bosque.
En el año 2014 actualizamos
nuestro Plan de Vida y una vez más nuestra Asamblea General Ordinaria, se
pronunció en contra de la mediana minería y de la megaminería dentro de nuestro
territorio. Porque, como le dijimos al Presidente Correa: no diga que hace
minería para sacarnos de la pobreza, porque nosotros, con nuestra forma de
vivir, no nos sentimos pobres; diga más bien cómo nos va a proteger como pueblo
y cultura?
En esta situación entra el
conflicto de Nankints. Nosotros hemos planteado al gobierno nacional un diálogo
institucionalizado desde el año 2008, pero a pesar de nuestros esfuerzos, no
hemos logrado establecer un diálogo serio, sincero, honesto y del mismo nivel
en el marco del Estado Plurinacional. Siendo ésta la razón para no lograr
interpretar y comprender los requerimientos del pueblo Shuar.
A nombre del interés nacional y
diciendo que lo que ha pasado en Nankints es un caso aislado, se pasan por
encima de otros derechos y otras cosas que también son interés nacional, como
dice la Constitución que con sus palabras y convicciones escribieron: la
pluriculturalidad y la conservación. En Nankints el gobierno revolucionario
actúa como cualquier gobierno colonizador, olvidando hasta los acuerdos
internacionales que ha firmado.
El problema no está en el
pedazo de tierra de Nankints que compartimos con los colonos; La gente se cree
que no ha sido de los Shuar. Nosotros jamás nos íbamos a imaginar que una
empresa minera iba a comprar al Estado y a unos cuantos colonos lo que nos
pertenece por ancestralidad. El gobierno olvida y como tiene muchos medios para
hacerse oír, impone su verdad. En nuestro territorio no solo está Nankints, más
de un 38 por ciento de nuestro territorio está concesionado a la minería de
gran escala; todas las franjas de río de las cuencas
Zamora y Santiago concesionadas
a la pequeña minería; y una gigantesca hidroeléctrica que está a punto de ser
construida. Y nuestra pregunta es ¿a dónde quieren que nos vayamos a vivir?
Por eso, hace 9 años les
dijimos a la empresa que se vayan y recuperamos Nankints. Nueve años después,
alguien le manipula al Presidente y le convence que antes de irse nos desaloje
por la fuerza.
Como no nos dejamos viene la
violencia. Nos han culpado de la tragedia del compañero policía asesinado, pero
nosotros no hemos dado ninguna orden de matar a nadie. En cambio el Gobierno,
en lugar de conversar, mete miles de policías y militares a nuestras casas, a
nuestra tierra, aterroriza y amenazan a nuestros hijos. Hasta donde yo sé,
ninguno de nuestra tierra es francotirador ni posee armas que perforen cascos
de ese tipo.
Por qué no investigan a fondo
antes de perseguirnos, poner orden de captura a todos los jefes de familia. Por
qué en lugar de conversar con nosotros para investigar, detener e impedir la
violencia, cerrarle las puertas a manos oscuras, nos ponen en Estado de
excepción como las terribles dictaduras del Plan Cóndor, que el Presidente dice
se está planeando de nuevo?¿Por qué se meten en nuestras casas? ¿Por qué no nos
dejan vivir en paz? Y la respuesta que tenemos es que a nombre del interés
Nacional, pasamos a ser un puñado de indios folclóricos y terroristas que no
entendemos lo que es el buen vivir, ni el Sumak Kawsay y peor aún el proyecto
de la Revolución Ciudadana.
No quiero quedarme en los
detalles que para eso están las noticias de los sábados, tratemos de ver el
panorama en el que nos encontramos y no caigamos en la provocación ni en las
discusiones primitivas que no nos llevan a ninguna parte.
Este primer comunicado, desde
los bosques de la Cordillera del Cóndor, las mil familias les decimos que no
vamos a permitir bajo ningún concepto ni argumento que la violencia y fuerza del
Gobierno termine por destruir nuestra casa, tú casa, la casa del mundo.
El Presidente Rafael Correa,
debe crear un clima de paz, retirando sus tropas, suspendiendo del Estado de
excepción en nuestra Provincia y desechando las órdenes de captura de nuestros
dirigentes y familiares. El único camino cierto para acabar con este camino de
destrucción -que provoca incluso acciones individuales de resistencia que toman
habitantes shuar para recuperar su territorio- es a través de la conversación,
el respeto y el entendimiento mutuo.
Todos los habitantes del
Ecuador y de Morona deben unirse a nuestra demanda de paz, cese de la violencia
y exigir al Gobierno por un diálogo serio que respete nuestra vida como pueblo
originario.
Consejo de Gobierno DEL PUEBLO
SHUAR ARUTAM
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