Consorcio liderado por la firma
brasileña acusada de corrupción anunció que "es posible que se declare la
terminación de la concesión ante la inminente imposibilidad de lograr el cierre
financiero" del proyecto antes del 23 de enero, fecha límite fijada en el
contrato de concesión.
Alejandro Castro Backus
La
brasileña Odebrecht, que lidera el consorcio que está a cargo del Gasoducto Sur
Peruano (GSP) -junto a la española Enagás y la peruana Graña y Montero- no ha
logrado vender el 55% de sus acciones, operación clave para que se concrete el
financiamiento necesario para culminar este megaproyecto energético, porque los
bancos privados le cortaron el crédito a la referida constructora por el
escándalo de corrupción en que está implicada en diversos países de
Latinoamérica.
Pero
lo cierto es que no se concretó, y ahora el consorcio anunció que está listo
para iniciar el proceso de devolución de la licencia de concesión, con lo que
el Gobierno tendría que convocar a una nueva licitación para terminar el
ducto."Ante la inminente imposibilidad de lograr el cierre financiero en
esa fecha, es posible que se declare la terminación de la concesión", dijo
el consorcio en un comunicado que cita Gestión.
“La
empresa concesionaria se encuentra a la espera de una comunicación oficial por
parte del Gobierno, que nos permita iniciar los trámites del proceso de
devolución de la concesión, de la mejor forma posible”, se lee también en el
referido documento.
En
este escenario, es decir, en el que el Estado tenga que subastar el proyecto,
en el orden de prioridad de devolución de capital están primero los bancos,
luego Graña y Montero y “al final si queda algo le quedará a Odebrecht”, según
explicó Mario Alvarado Pflucker,
director gerente de la referida constructora peruana.
Pero
el jueves último, el presidente Pedro Pablo Kuczynski no descartó que, para
evitar que todo el proceso vuelva a fojas cero, los socios minoritarios de
Odebrecht en el gasoducto (Graña y Montero y Enagás) compren la participación
de la firma brasileña, pero hasta el cierre de esta nota esto no había pasado.
El
jefe de Estado explicó, incluso, que en ese caso, al momento de la transacción
(venta de acciones), una parte de ese dinero iría a un fideicomiso para
financiar los daños y perjuicios provocados al Estado por el accionar ilícito
de Odebrecht en el país, lo cual tendrá que demostrarse primero en un tribunal.
Lo mismo se buscaría en todos los proyectos en los que la constructora
brasileña participa en Perú.
¿CUÁL
ES EL ESTADO DEL GASODUCTO SUR PERUANO?
Según
el consorcio a cargo de las obras, el avance general del proyecto es de 37.6%,
mientras que el montaje de ductos tiene un avance de 10.7%. Además, se han
tramitado más del 66% de las Servidumbres y ya llegaron al Perú el 62.76% de
los tubos para la construcción del ducto, que tendrá más de 1,000 kilómetros de
extensión.
Hay
más de 20 campamentos de obra construidos en las regiones de Cusco y Arequipa
para albergar a cerca de 4.000 trabajadores del proyecto, además de 19 puntos
de acopio de maquinarias y tuberías.
El
Gasoducto Sur Peruano es considerado como un proyecto fundamental para la
seguridad energética de Perú y para la consolidación del desarrollo industrial
de la zona sur del país.
El
proyecto fue adjudicado el 30 de junio de 2014 y el contrato, cuyo valor de
inversión es de 7.328 millones de dólares, fue suscrito el 23 de julio de ese
año, durante el gobierno de Ollanta Humala.
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